Hogares de Misericordia
Los Hogares de Misericordia son pequeñas comunidades formadas por diferentes estados de vida: célibes, casados, hombres y mujeres, jóvenes, adultos y niños. En los pocos años que llevamos, Dios nos ha regalado la maravillosa experiencia de CAMINAR JUNTOS en hogar, como familia. Cuando se camina en familia se va a un ritmo más lento pero se disfruta más, se tiene aquí en la tierra la experiencia de lo que es el Reino de Dios: «UN HOGAR, UNA FAMILIA». Viviendo y anunciando el bautismo aquí en la tierra viviremos eternamente en el hogar de la Santísima Trinidad con José, María y todos nuestros hermanos.
La Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo es nuestro primer Hogar de Misericordia desde el día de nuestro Bautismo; viviendo con ellos Tres y contemplando a la Sagrada Familia vivimos nuestra fe y el anuncio del Kerigma que se nos ha confiado.
En Redemptoris Custos ubicamos a San José en un hogar, con Jesús y María. Ante la pregunta de cómo ir dándole forma a la llamada de Dios, hemos ido encontrando la respuesta mirando a la Sagrada Familia de Nazaret; ellos son el hogar, la familia donde el Hijo de Dios pasó la gran mayoría de sus años en la tierra. Por eso nos sentimos llamados a trabajar con las familias y por las familias, creando ambientes de hogar y familia donde podamos crecer en la fe, la esperanza y el amor.
Reconocemos que hoy más que nunca el hombre está reclamando directa o indirectamente un ambiente de familia, de hogar, de acogida, de respeto; un ambiente de MISERICORDIA.
Cuando nos preguntan el por qué el nombre de «Hogar de Misericordia», respondemos: «SOLO DESDE LA MISERICORDIA» se puede construir un hogar. Creemos que un ambiente de hogar donde cada uno es acogido con su debilidad, pobreza y su historia de pecado, es fundamental para descubrir y volver a renacer a la vida de Dios recibida en el bautismo. Ese «nacer de nuevo» (Jn. 3, 1-9), que Jesús le pide a Nicodemo, es posible solo en un ambiente de hogar donde reine la misericordia.
Los Hogares de Misericordia tienen tres pilares: LA ORACIÓN, LA FORMACIÓN Y LA FRATERNIDAD. Tenemos la experiencia y la certeza de que en la medida que cuidamos estos pilares aparece un fruto precioso: LA MISIÓN.
Creemos la Palabra de Jesús en la que nos promete:
«Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt. 18, 20)
y por eso cuidamos los encuentros en los Hogares de Misericordia, para experimentar Su presencia en medio de nosotros. Dichos encuentros siempre son en una casa, ya que es en el hogar donde transcurre la verdadera vida familiar.
Oración
Señor, Dios nuestro,
en cuyos mandatos encuentra la familia
su auténtico y seguro fundamento,
atiende nuestras súplicas y concédenos
que siguiendo los ejemplos de la Sagrada Familia,
practicando las virtudes domésticas,
y manteniendo vivo el amor,
lleguemos a gozar de los premios de tu reino.
Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo,
que vive y reina contigo en unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos. Amén