Skip to content Skip to footer

Familiaris Consortio

La familia para Redemptoiris Custos es fundamental al igual que para toda la Iglesia universal; por voluntad de Dios muchos hermanos son llamados a vivir su bautismo desde la vocación matrimonial. Desde ahí serán santos y felices. Con la ayuda de la exhortación Familiaris Consortio queremos profundizar y dar a conocer el gran don del matrimonio y la familia, queremos hacer posible que muchos conozcan la grandeza de este sacramento y lo puedan vivir.

La familia es ese espacio donde se vive y se anuncia el Kerigma, se vive diariamente en ese morir y resucitar con Cristo para que el amor llegue a su madurez y perfección.

En la exhortación apostólica Familiaris Consortio, el Papa Juan Pablo II insistió en la necesidad de la preparación de nuestros jóvenes al matrimonio y a la vida de familia. Para lograr este objetivo, él supo que esta formación debería iniciarse desde la infancia y prolongarse a lo largo de la vida.

Por esta razón, enunció tres etapas de preparación:

    • la remota, que comprendía la infancia, niñez y adolescencia;
    • la próxima, que hacía referencia a la etapa del noviazgo y
    • la inmediata que contemplaba la preparación anterior a la celebración del matrimonio.

Además, rescató la importancia de una pastoral postmatrimonial en la que se continúe la formación humana y espiritual de los esposos, especialmente los matrimonios jóvenes, vulnerables ante nuevas situaciones de adaptación de convivencia y el nacimiento de los hijos.

La Iglesia, iluminada por la fe, siente el deber de anunciar el Evangelio, en particular a aquellos que son llamados al matrimonio y se preparan para él, a todos los esposos y padres del mundo. En un momento histórico en el que la familia es objeto de muchas fuerzas que tratan de destruirla o deformarla, la Iglesia, consciente de estos atropellos, siente su misión de proclamar los designios de Dios sobre el matrimonio y la familia.

Con la intercesión de la Sagrada Familia, Jesús, María y San José, y también con la del mismo Papa San Juan Pablo II, pedimos la gracia de custodiar la familia y la misión que ésta ha recibido en la Iglesia. Familias donde se viva la gracia bautismal y se viva de una forma kerigmática, es decir, muriendo y resucitando para custodiar el amor.

Oración

Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, Padre, que eres Amor y Vida, haz que en cada familia humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu Hijo, Jesucristo, «nacido de Mujer», y del Espíritu Santo, fuente de caridad divina, en verdadero santuario de la vida y del amor para las generaciones porque siempre se renuevan.

Haz que tu gracia guíe a los pensamientos y las obras de los esposos hacia el bien de sus familias y de todas las familias del mundo.

Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia un fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en la verdad y en el amor.

Haz que el amor, corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio, se demuestre más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan nuestras familias.

Haz finalmente, te lo pedimos por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, que la Iglesia en todas las naciones de la tierra pueda cumplir fructíferamente su misión en la familia y por medio de la familia. Tú, que eres la Vida, la Verdad y El Amor, en la unidad del Hijo y del Espíritu santo.

San Juan Pablo II